Resumen:
El alcoholismo y la cirrosis, que son dos de los problemas de salud más graves en todo el mundo, tienen un amplio espectro de resultados clínicos. Ambas enfermedades están influenciadas por la susceptibilidad genética y los rasgos culturales que difieren a nivel mundial pero son específicos para cada población. En contraste con otras regiones del mundo, los mexicanos presentan el mayor puntaje de consumo de alcohol y una alta tasa de mortalidad por enfermedad hepática alcohólica con un nivel intermedio de consumo de alcohol per cápita. México tiene una historia única de consumo de alcohol que está ligada a profundos aspectos antropológicos y sociales. La población mexicana tiene un genoma mezclado heredado de diferentes razas, caucásicos, amerindios y africanos, con una distribución heterogénea dentro del país. Por lo tanto, los genes relacionados con la adicción al alcohol, como el receptor D2 de la dopamina en el cerebro o las enzimas metabolizadoras del alcohol hepático, como el polipéptido B de la alcohol deshidrogenasa, el citocromo P450 2E1 y la aldehído deshidrogenasa clase 2, pueden variar de un individuo a otro. Además, pueden ser heredados como haplogrupos de riesgo o no de riesgo que confieren susceptibilidad o resistencia a la adicción al alcohol o al consumo abusivo de alcohol y posiblemente a una enfermedad hepática. Por lo tanto, en esta era de la genómica, la medicina personalizada beneficiará a los pacientes si se dirige de acuerdo a los datos individuales o basados en la población. Se requerirán estudios de asociación adicionales para establecer nuevas estrategias para la prevención, atención y tratamiento de la enfermedad hepática en México y en todo el mundo.
Descripción:
Alcoholism and cirrhosis, which are two of the most serious health problems worldwide, have a broad spectrum of clinical outcomes. Both diseases are influenced by genetic susceptibility and cultural traits that differ globally but are specific for each population. In contrast to other regions around the world, Mexicans present the highest drinking score and a high mortality rate for alcoholic liver disease with an intermediate category level of per capita alcohol consumption. Mexico has a unique history of alcohol consumption that is linked to profound anthropological and social aspects. The Mexican population has an admixture genome inherited from different races, Caucasian, Amerindian and African, with a heterogeneous distribution within the country. Thus, genes related to alcohol addiction, such as dopamine receptor D2 in the brain, or liver alcoholmetabolizing enzymes, such as alcohol dehydrogenase classⅠ polypeptide B, cytochrome P450 2E1 and aldehyde dehydrogenase class 2, may vary from one individual to another. Furthermore, they may be inherited as risk or non-risk haplogroups that confer susceptibility or resistance either to alcohol addiction or abusive alcohol consumption and possibly liver disease. Thus, in this era of genomics, personalized medicine will benefit patients if it is directed according to individual or population-based data. Additional association studies will be required to establish novel strategies for the prevention, care and treatment of liver disease in Mexico and worldwide.