Resumen:
Desde el inicio de la vida en el planeta (~3.5 billones de años), los organismos procariontes, como las bacterias, y los eucariotas (incluyendo al humano) han desarrollado mecanismos biológicos para competir por un nicho ecológico, lo que ha llevado a establecer las relaciones simbióticas (por ejemplo: parasitismo, mutualismo, comensalismo). En este contexto, la capacidad de protección es un elemento clave para la supervivencia. De esta manera, los mecanismos de defensa están presentes desde organismos unicelulares, hasta pluricelulares (incluyendo animales invertebrados, vertebrados y plantas).