Resumen:
La democracia representativa convoca pensar que la ciudadanía está representada en el Estado a través de sus instituciones. Sin embargo, ello no ha sido así puesto que diversos sectores de la población han sido excluídos de los órganos de representación. El término democracia se originó en Grecia donde, en virtud del número no muy alto de pobladores, era posible la participación directa de la mayoría. Este principio no incluía a extranjeros, esclavos y mujeres, quienes no eran considerados ciudadanos.
Posteriormente, el término democracia tuvo diversos significados en el imperio romano, la Edad Media y en los Estados modernos, a partir de lo cual, el término sufrió diversas metamorfosis, una de las más importantes es pasar de la elección directa a convertirse en un sistema de representación mediante un proceso de elección. Con ello se busca que quienes sean seleccionados representen a quienes los eligen y actúen a su nombre y favor. Para principios del siglo XXI, el concepto de ciudadanía se ha ampliado a prácticamente todas las personas mayores de 18 años, entre ellos a mujeres e indígenas, sectores previamente excluidos.