Resumen:
Hay quienes piensan en el ámbito universitario y de investigación que sólo el trabajo teórico es académico. Afortunadamente, ninguno de los autores que están presentes en este libro comparte esa opinión. Aquel reduccionismo académico es muy cómodo para quienes no desean hacer investigación de campo puesto que esto supone involucrarse con un tipo de población que no es la suya. No obstante, la universidad y todo la labor que se realiza en ella no tendría ningún valor si no lo llevamos a la práctica; si no acercamos el trabajo universitario a la realidad social en toda su crudeza, el quehacer universitario irá perdiendo poco a poco su sentido y su credibilidad por parte de la sociedad, entendiendo a ésta como grupos o comunidades de personas que batallan día a día por sobrevivir en esta forma de organización social actual que los deja de lado.
El libro que tienen en sus manos es una recopilación de once artículos sobre temas candentes de nuestra época y del lugar que habitamos. Sus autores son personas que han incursionado tanto en el ámbito teórico como en el práctico; son académicos comprometidos con la realidad del “aquí” y del “ahora”. Éste es el anclaje general de la diversidad de artículos que aquí se presentan, cuyo eje de polarización es la reflexión, por un lado, –tal y como nos advierte el título de esta obra– acerca de la gestión que se hace del desarrollo y las formas de identidades comunitarias y, por otro lado –de una manera no tan obvia–, acerca de la politización de conceptos y de procedimientos sociales –con su consecuente prostitución–, de cómo algunos métodos sociales han sido manipulados hasta convertirlos en otro producto mercantilizado por el sistema neoliberal e, incluso, acerca del papel que cumplen los propios académicos e investigadores en relación con los auténticos protagonistas de todos estos procesos, los actores sociales: campesinos, agricultores, ganaderos.
Descripción:
There are those who think in the university and research field that only theoretical work is academic. Fortunately, none of the authors that are present in this book share that opinion. That academic reductionism is very comfortable for those who do not want to do field research since this involves getting involved with a type of population that is not theirs. However, the university and all the work done in it would have no value if we do not put it into practice; if we do not bring university work closer to the social reality in all its harshness, university work will gradually lose its meaning and credibility on the part of society, understanding it as groups or communities of people who struggle every day to survive in this form of current social organization that leaves them aside.
The book you have in your hands is a compilation of eleven articles on hot topics of our time and the place we inhabit. Its authors are people who have ventured into both the theoretical and the practical; they are academics committed to the reality of "here" and "now." This is the general anchoring of the diversity of articles presented here, whose axis of polarization is reflection, on the one hand, -as the title of this work warns us- about the management that is made of the development and forms of community identities and, on the other hand -in a not so obvious way-, about the politicization of social concepts and procedures -with their consequent prostitution-, about how some social methods have been manipulated until converting them into another product commodified by the neoliberal system and, even, about the role played by the academics and researchers in relation to the real protagonists of all these processes, the social actors: farmers, farmers, ranchers.