Resumen:
Las transformaciones ocurridas en el campo rural de América Latina a partir de la re industrialización mundial establece nuevas características a la ruralidad. El campo es un mosaico donde coexisten sectores vinculados al mercado internacional, sectores tradicionales y sectores atrasados. Los bajos costos y la disponibilidad de mano de obra se complementan con la introducción de tecnología flexible, con su consecuente impacto en el empleo de los jóvenes rurales. El perfil del desarrollo rural para la siguiente década estará signada por la organización industrial de los procesos de trabajo agrícola, a partir de concentrar unidades industriales en diversas regiones geográficas, las cuales en conjunto puedan garantizar nuevas formas de integración y planeación en las diferentes etapas del proceso productivo. Los jóvenes rurales, tienen a su vez, características distintas a las de sus progenitores, con las cuales pueden estar en mejor situación para enfrentarse a los nuevos retos de la ruralidad. Sin embargo, la educación en el ámbito rural coloca a los jóvenes rurales en desventaja ante los cambios en el mercado de trabajo, por lo que es preciso transformar la educación de los jóvenes rurales a fin de que esta se base en la demanda y puedan elaborar respuestas de acuerdo a los cambios en el empleo.
Descripción:
The transformations that have occurred in the rural areas of Latin America since world reindustrialization establish new characteristics for rurality. The countryside is a mosaic where sectors linked to the international market, traditional sectors and backward sectors coexist. The low costs and availability of labor are complemented by the introduction of flexible technology, with its consequent impact on the employment of rural youth. The profile of rural development for the next decade will be marked by the industrial organization of agricultural work processes, based on concentrating industrial units in different geographical regions, which together can guarantee new forms of integration and planning in the different stages of the productive process. Rural youth, in turn, have characteristics different from those of their parents, with which they may be in a better position to face the new challenges of rurality. However, rural education places rural youth at a disadvantage in the face of changes in the labour market, and it is therefore necessary to transform the education of rural youth so that it is demand-driven and responsive to changes in employment.